Archives

Circular

Estoy sentado en un aeropuerto esperando mi regreso a casa, anhelando volver a todo aquello que me arropa y me sostiene. Y después de un fin de semana en la ciudad que por alguna razón tiene una relación irremediable conmigo, vuelvo con ese círculo que tanto me atormentó completamente cerrado.

Tardé cinco años en entender que así debía ser y que por más que yo me resistiera contra ello, sucedería tarde o temprano. Ahora solo queda el recuerdo de todo lo que dejo con ese cierre; las canciones que escuché, las miles de líneas que escribí, las lágrimas que derramé y los chorros de desasosiego que viví por estar atado a él.

Hoy soy capaz de por fin decir que nada me tiene más tranquilo que saber que ya no tiene ningún poder sobre de mí, ese poder que yo mismo le conferí y con el que me destruyó. El círculo ya no puede conmigo. Y gracias a que lo cerré me doy cuenta de lo que yo fui responsable en gran parte por todo lo que sucedió en ese tiempo.

Así como ese círculo que tardé tanto tiempo en cerrar, se que se irán cerrando los demás. Eventualmente iré resolviéndolos y resolviendo-me. Y sé que conforme se vayan cerrando, nuevos círculos se irán abriendo para mí. Unos para bien, otros no tanto, pero lo que es un hecho es que la vida tiene que ser así, circular, cíclica, redonda, con inicios y finales.

Tengo frente a mí un día con el cielo azul, algunas nubes a lo lejos y sobre todo la luz como no la vi hace mucho: luminosa, incandescente, cegadora. Descubro que la luz siempre está ahí, únicamente hay que aprender a dejar que te deslumbre.

No soy Dios

No soy Dios y no puedo salvarte de lo que tú mismo puedes salvarte. Lo único que puedo hacer por ti es lo que ya hice: ofrecer de manera incondicional y absoluta la posibilidad de construir juntos. A decir verdad, no esperaba que sucediera pues los argumentos se mostraban totalmente en contra, pero una parte de mí creía en ti y en tu inteligencia.

No soy Dios y probablemente nunca voy a entender los motivos por los que una decisión llega sin siquiera haber considerado todas las variantes. Una hipótesis nunca vuelta teoría, pues no existió experimentación. Sin embargo, la resolución final me dejó con un hueco en el estómago y desasosiego emocional; por un lado la respeto, pero por otro lado la desprecio.

No soy Dios y procrastinar no es precisamente lo que yo considero una virtud y parece que es el mal de estos tiempos. Vivimos aplazándolo todo, pero sobre todo aquello que nos duele y lastima. El tiempo de las cosas es perfecto y cada una tiene su proceso, su principio y su fin. Pero cuando el más mínimo engrane de esa maquinaria no funciona y no permite a los demás avanzar es casi imposible poder tener resultados favorecedores.

No soy Dios y no entiendo qué sucedió, ni puedo meterme en la mente de nadie para leerlas. En qué momento la razón le ganó al corazón. Por qué no fue suficiente poner mi corazón en una mano y ofrecerlo sin condiciones, ni contratos, ni limitantes. Cuál fue el razonamiento para llegar al final del camino partiendo del Punto A al Punto B en línea recta sin dar un par de vueltas por los puntos C, D, E, F para saber qué había en ellos.

No soy Dios pero no puedo juzgarte. Ni tampoco cuestionarte. Y lo único que Dios y yo tenemos en común es que él, por ser quien es, perdonaría sin pensar cualquier obra u omisión y yo lo haría del mismo modo quizá pensándolo un poco, pero el resultado final sería el mismo: Paz entre tú y yo.