Archives

El final de ti...

Voy a cometer un asesinato. Hoy te voy a matar simbólicamente. Dejarás de vivir en mi universo. Hagas lo que hagas no escaparás a la bala de olvido que voy a disparar hacia ti. Corre, porque después de que esta daga de indiferencia te alcance, no habrá nada más que puedas hacer por seguir vivo en mi mente.


Voy a cometer un exorcismo. Hoy vas a salir de mi vida para siempre. Te voy a sacar aunque no quieras de mis adentros. Después de años de haberte enterrado parece que tu alma no descansa y sigue por ahí penando, tratando de llamar mi atención, queriendo que yo reconozca tu existencia. Te tengo una noticia. No creo en los muertos.


Voy a programar una cirugía. Hoy me extirparé ese tumor que me nubla la vista y que invade mi mente. No volverás a alojarte en mi cuerpo más. Llevo años queriendo deshacerme de este tumor sin éxito. Primero no di importancia pues creí que era benigno, que no me dañaría, pero cuando comenzó a esparcir su cáncer dentro de mí fue demasiado tarde. Me has enfermado el alma con tu veneno silencioso y tu lenta destrucción.


Voy a hundir un barco. Hoy una ola inmensa causará tu naufragio en una isla desierta de la que nunca saldrás. Tu barco de mentiras no resistirá esa marejada. Tu soledad en esa isla te hará entender que la falsedad en la que vives es la que te envió a ese lugar. No es demasiado tarde, hay esperanza de un nuevo comienzo a lo lejos, donde a nadie le importe quién eres. En donde ojalá olvides todo tu dolor y seas feliz.

Voy a terminar la guerra. Hoy izo una bandera blanca en señal de rendición. Después de años de haber roto relaciones diplomáticas entre nuestras naciones y la consecuente guerra en la que tu ejército atacó mi territorio, decido solicitar una tregua silenciosa en la que simplemente bajaré mi guardia y esperaré a que te canses y decidas hacer lo mismo.


Voy a ser libre. Hoy decido volar y no volver jamás a darte importancia. Ninguna de tus calumnias, ni tus malas intenciones, ni el dolor que se que sientes por dentro y te motiva a quererme lastimar volverán a amenazar mi vuelo. Soy libre y hoy te libero a ti de mí. En mi existencia no hay lugar para ti. Ese lugar lo tienes en el pasado, en el olvido, en mis recuerdos.


Inevitablemente siempre llevaré conmigo las manchas, secuelas, cicatrices, partes averiadas y heridas de guerra. Cada acto tiene consecuencias y en este caso las acepto, pues se que merezco quitarme la carga que durante años has querido que arrastre. Esa carga la arrastrarás tú solo a partir de este momento.


Hoy es el final de ti...